miércoles, 6 de marzo de 2013

KUAN YIN. CAPITULO XIII









                               
                                                          KUAN YIN












                                                          Capitulo XIII
¿La batalla continua?
Son formas de entender los enfrentamientos. El ganador de las guerras no siempre es quien tiene la razón. Los hombres, dragones, bestias y otros seres luchan unos contra otros, guiados por distintas metas. La sangre que se derrama en el campo, nutre la tierra, siembra su simiente en ella. Muchas almas dejan sus caparazones para comenzar su viaje, viéndose despojados de todo lo que les unía a sus cuerpos. Algunas de ellas, encontraran su lugar y conseguir ascender; otras sin embargo, al no saber la razón de ya no pertenecer al mundo de la misma forma con la que vieron, tendrán que bagar hasta purificarse o intentaran engañar a otros que les presten oídos.
Las palabras resuenan en aquellos que les prestan atención. Luego es la razón la que les guiá hacía el mejor camino.
Kuan Yin luchó lo mejor posible. Lo hacía sin pensar sus movimientos. Tal era la velocidad, que su cuerpo parecía no tocar el suelo. En uno de sus giros, sus ojos se fijaron en el suelo. Aquel suelo oscuro, cubierto por la sangre de los caídos. Entonces se cubrió de una luz blanca para no ser atacada.
Se acerco al lugar en el que sus ojos se habían fijado momentos antes. Allí mismo, de la misma tierra que parecía abrirse por las heridas y el dolor de los que allí luchaban, algo estaba creciendo. Una forma muy conocida, porque era aquello que tenía que conseguir. Un cristal rojo oscuro se estaba formando, creciendo, nutriéndose de la misma sangre. Eso era lo que iba a evitar el levantamiento de los guerreros de terracota. Lo que tenía el poder de conseguir la paz.
El gran corazón 




                                                   
























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