Los QUE UNA VEZ FUIMOS ENEMIGOS
AHORA LUCHAMOS EN EL MISMO BANDO.
Cuando estuve en Jerusalén
como miembro de la orden del Temple descubrimos en unas antiguas catacumbas el cáliz
sagrado de Cristo.
Al regresar hacia Europa
para entregar el cáliz al gran maestre fuimos asaltados por los selyucidas que
apoyaban a Saladino, en el fragor de la batalla y ante la superioridad del enemigo
nos vimos obligados a huir.
Nos refugiamos en
unas ruinas. Lucas estaba mal herido,al borde de la muerte me contó el verdadero
poder que obtenía el que bebía del cáliz sagrado, si caía en malas manos seria
una maldición para la humanidad, debía custodiarlo aun a costa de mi vida.
Nos veíamos
rodeados aunque desconocían nuestra posición, la noche se hecho sobre nosotros
y fue cuando Lucas abandono su cuerpo terrenal para encontrarse con las
estrellas a las que siempre había estudiado.
Me vi solo en una situación
imposible pero no podía dejar que el cáliz callera en manos de unos mercenarios
sin ningún apego por la vida, solo me quedaba una salida.
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