Alfonso me comenzo ha hablar de vuelos, hacia escocia,
pero con parada en Londres, que salia mas economico viajar de madrugada, yo le
cogi de la mano y llame a mi dragon.
Cogia con tal fuerza mi cintura que casi me contractura
todos los huesos, hacia fresco en el aire, fresco y humedo.
Note la observación de nuestro vuelo, si nos observaban
y eso no era bueno, lo mio era predecible, sabian que iria al gran circulo,
pero lo que no sabian es que mi vuelo habia variado, ligeramente.
No podia ir a donde iria, eso lo sabian y e irian a por
mi, ademas tampoco podia hacer invisible a mi dragon eternamente, Alfonso me
robaba mas energia de la esperada, el no era uno de nosotros.
Asi que yo ponia doble energia en taparnos a los tres.
Pronto llegue a un lugar especial, un glaciar, en este
momento era el lugar mas seguro, sobre todo por que ya no tenia hielo, estaba
cerca de casa y eso suponia mas ligereza y suavidad para todos.
Me acomode en el centro, en el mismo centro, una pequeña
laguna brillaba bajo la luna.
-
Bella luna, cubre el cielo haz que el espejo
de este limpido agua sea el mismo reflejo en el cielo.
Ya esta, nadie nos veria pero como un espejo veiamos a
todos, a los escaladores que hablaban a gritos en lo que Alfonso me conto que
era un campamento base para escalar el monte Almanzor.
Muy bien, este cuerpo tenia que sufrir un poco, me puse
manos a la obra.
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