Comencé a leer otro libro, era un libro grande y pesado, Alfonso estaba preparando la cena.
Después el me indico donde me alojaría, donde estaría mi dormitorio, como lo llamo.
Yo me tumbe sobre la cama, pero no podía dormir aunque sé que este cuerpo necesita descansar.
Levante las manos y me las mire, largo rato, luego me las coloque sobre la cara y cerré los ojos.
Soñé con mi tierra, con los verdes paramos, con la lluvia y el frio.
Soñé con el hospital, vi una cara, ¿era uno de ellos? Oí el sonido del viento, supe que una voz hablaba en el.
Ahora sentada sobre mis pensamientos, me vi.
Cada uno tiene una habilidad gritaba el maestro, sacad vuestro corazón, sacar vuestro alma y encontrareis vuestro poder.
De pronto unas imágenes se apoderaron de mi, era el hades, era el frio y cálido hades.
¡Despierta, todos se han ido, los han matado!
La habitación está a oscuras, hace tanto frio.
A mis pues, mi dragón me observa.
He de volver a ese hospital, subo sobre él.
Solo la noche me ampara.
Llego y nadie parece reparar en mí, al entrar, los pasillos están en silencio, pero sé donde he de ir.
Alguien grita y una pequeña figura se mueve hacia los gritos, lleva la cara manchada de sangre, si ahora ya sé quién es.
Pero solo esta ella, no hay más.
Me mira fijamente, tengo que irme, cojo velocidad y salto por una de las ventanas, mi dragón me recoge.
Sé que el ser estuvo aquí buscándome pero no es esa criatura, también sé que me seguirá, ahora, veo mi dolor, mi dolor……………………
Vamos a una finca abandonada, es un solar, en él hay marcas de rituales ancestrales en la puerta.
Entro, donde narices están mis armas.
Una parece sujetar una ¿vela? La otra está en la pared, como adorno.
Ya está.