Me siento una
mentira, en este lugar mugriento esto vivo pero muerto.
Me mira el alba y
el camino por donde he de seguir es infinito, mi capitán va volviendo a su ser.
Es una dura
realidad la que realmente le espera, ahora ha de ir a buscar a una dama.
El sol no existe
en esta realidad donde hace siglos que me exilie, esta realidad, donde por
voluntad propia decidí ocupar.
El sol, no me
gusta, no me gusta su calor radioactivo, prefiero la noche y la luna, la bella
y dulce luna, pero en este lugar no se ve nunca la bella luna.
Mi capitán esta
tan amodorrado que voy a tener que levantarle de mala forma, me fijo en el
horizonte.
¿Qué es la guerra?
Esto retumba en mi cabeza como un mazo, ¿gana solo aquel que quiere quedar de
pie? No puedo dejar de percibir estos pensamientos, son como aire, que viene y
te mueve el pelo.
Un enorme gruñido
me hace reaccionar, mi capitán despierta, por fin.
Me miro las manos,
es hora de que la muerte sea la actriz principal,
La guerra es solo
una forma de intentar defenderte contra la injusticia, ¿Qué ocurre cuando el
mal gana? ¿Cuando la verdad muere contigo? Puede que nunca nadie la llegue a
conocer.
-
Capitán,
ve a buscar a la dama, es hora.
Sus ojos vuelven a
ser del color de las serpientes, su piel se ha vuelto tan grisácea que es como
el cielo bajo el que estamos, su boca muestra una sonrisa petulante.
Asiente y se
marcha.
Bucéfalo me mira,
si mi viejo amigo es hora de volver a luchar.