Ad Mortem festinamus,
Ad mortem festinamus,
Ad mortem festinamus,
Ad mortem festinamus
(Grupo: Qntal)
¿Me has estado buscando?- la voz se hacía casi un grito, desperté sobre mi dragón, eran un sueño.
Un escalofrió me recorrió, unos ojos me observaban desde un lugar impreciso.
Me concentre, mis pensamientos se retorcían entre un lugar y otro, el hospital, me desperté sin recordar quién era, pero Alfonso me explico.
El ser tras los cristales de mi cuarto, parecía conocerme-
La mujer vestida de blanco que me cruce, me observo como si me conociera.
¡Llegue la espesura verde se extendía frente a mí!
Pero................ sentí el dolor de la selva, sentí el llanto de los arboles.
Me incorpore, frente a mí la gran pirámide me observaba en silencio.
Descendí de Crac, subí hasta el lugar donde se mancillo a al dios de los muertos, para satisfacer a otros dioses.
Me arrodille y espere, el sol tenía que caer, entonces podría entrar en el cenote y solo entonces entraría en el reino de hades.
Había gente a lo lejos, parecían estar estudiando las piedras, miraban sin comprender.
Sentí dolor, por aquellos que juraron salvaguardarlas, pero fueron asesinados por haber intentado que el saber no cayéra en malas manos.
Ahora tenía que esperar, esperar a que el sol cayera.
Ahora sé que no estoy sola, que hay más seres que
intentaran cerrar la apertura.
Pero mientras el tiempo se acorta y antes de que nos
juntemos, cada uno de nosotros hemos de realizar nuestra parte del trabajo.
Solo así conseguiremos ser lo suficientemente fuertes
para evitar el exterminio de unos y el sometimiento y muerte de otros.
Cada uno estamos aquí por unos dones especiales.
Ahora lo sé, mientras el sol se pone, veo, veo……………………………
Los seres llamados han sido convocados, unos han llegado
a la vida desde la muerte, otros han despertado del letargo y otros descubren
quien es mientras buscan respuestas en los espejos en los que no pueden ver su imagen
real, pero cada uno de nosotros tenemos una razón para estar aquí.
Mire al horizonte el sol aun no se había puesto, las
personas y su libre albedrio si supieran la suerte que tienen no desperdiciarían
su tiempo.